5 Siglos de México

Escrito por Juan José Barroeta Huerta, Columna "Transformación Y Perspectivas".
En el artículo anterior escribí acerca de la situación actual del país tomando en cuenta las prioridades mas grandes desde mi punto de vista: pobreza, inseguridad y Estado de Derecho. Los alarmantes datos plasmados tenían el propósito de llamar la atención hacia lo que realmente debería de preocuparnos a todos los mexicanos. En este segundo articulo trato de desarrollar de brevemente la historia de nuestro país, desde sus inicios hasta la actualidad, para ofrecer una posible serie de causas y efecto que nos condujeron a la ya mencionada situación, para así entender el origen y la complejidad de los problemas que hoy enfrentamos.
Para llegar a lo primero hay que empezar por lo último. El año 2018 marca un año histórico en el país por el fenómeno electoral que causó el partido político Morena con la bandera electoral de combate a la corrupción y pobreza. Posterior a las elecciones del año 2018, el partido Morena había ganado la contienda por el poder ejecutivo, la mayoría en ambas cámaras, 6 gubernaturas estatales (si contamos Puebla) y 346 municipios. El país, no hace mucho, había pasado por otro evento político histórico en el año 2000 cuando el Partido Acción Nacional termina con 16 gobiernos encabezados por candidatos del PNR o PRI.
-1920 Álvaro Obregón (Asesinado por pretender reelegirse)
-1924 Plutarco Elías Calles (Funda el PNR en 1928)
-1928 Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio, Abelardo L. Rodríguez
-1934 Lázaro Cárdenas Del Río (Reforma Agriaría)
-1940 Manuel Ávila Camacho (Unificador del país)
-1946 Miguel Alemán Valdez (Empresario, consolida la estructura política económica)
-1952 Adolfo Ruíz Cortines (Último presidente de la revolución, gran administrador, desarrollo del país)
-1958 Adolfo López Mateos (Sindicatos, CFE)
-1964 Gustavo Días Ordaz (Frente al comunismo, crecimiento económico)
-1970 Luis Echeverría Álvarez (Deuda Externa y mal manejo de las finanzas del país, crisis en México)
-1976 Jose López Portillo (Devaluación 1982 y "petrolización" del país, nacionalización de la banca)
-1982 Miguel de La Madrid Hurtado (Manejo del desastre de los setentas, admisión al GATT)
-1988 Carlos Salinas de Gortari (TLCAN, Tesobonos, FOBAPROA)
-1994 Ernesto Zedillo Ponce de León (Error de diciembre, manejo de la crisis)

Siglo 16, Hernán Cortés une el viejo y el nuevo continente. A través del mestizaje nace una nueva cultura: la mexicana. Durante 3 siglos se desarrollan las ciudades del país a cargo de los virreyes y alrededor del comercio y la industria minera, especialmente la plata de Guanajuato. La educación está a cargo de la iglesia y personajes como "Motolinia" (Fray Toribio de Benavente). El clero hace un gran esfuerzo por llegar a los lugares mas recónditos del país para comunicar la palabra de Dios y al mismo tiempo educar y ayudar a los pueblos indigenas menos favorecidos. Se levantan maravillas arquitectónicas en el país como lo es la catedral poblana y la Biblioteca Palafoxiana. Durante este periodo se otorgan grandes haciendas y latifundios a personajes cercanos a la corona o como recompensa a aquellos que participaron en la conquista de la Nueva España. El país nace sin instituciones propias que estuvieran a cargo del desarrollo del país y con una estructura que propicia la desigualdad, muchos de los frutos del trabajo en México son enviados a Europa y aún mas riqueza se escapa del territorio al expulsar a gran parte de la comunidad española durante la guerra de independencia.
Siglo 19, España cae ante el imperio francés de Napoleón Bonaparte y esta situación termina por desatar un movimiento independentista que ya se venía cocinando en México, entre otros motivos, para prevenir la llegada del imperio francés. En una noche de fiesta de 1810, el cura Hidalgo en Dolores comienza un movimiento independentista que dura 6 meses. Once años más tarde, en Córdoba, Agustín Iturbide consuma la independencia con un movimiento muy diferente. Una vez consumada la independencia México tiene la tarea de consolidar un país democrático independiente con instituciones sólidas como lo hicieron los Estados Unidos de América. George Washington al consumar el movimiento independentista norte americano recibe la oferta de la corona norte americana en la forma de una propuesta para formar una monarquía en la nueva nación independiente; esta propuesta es rechazada tajantemente por Washington ya que es completamente opuesto a los principios de libertad y democracia por los cuáles lucharon.
En México, una situación similar se presenta cuando la corona del nuevo país le es ofrecida al general Agustín Iturbide, este en vez, decide tomarla convirtiéndolo así en el primer emperador mexicano, tradición que duraría, discutiblemente, hasta el año 2000. A partir del año 1821, sigue un largo periodo de inestabilidad sin desarrollo ni prosperidad mientras las diferentes fuerzas luchan por tomar la corona o la presidencia imperial de nuestro país, la inestabilidad duraría al menos cien años más. Posterior al coronamiento de Agustín Iturbide, hubieron alrededor de 40 presidentes del año 1824 el año 1855, un arrebate y lucha de poderes mediante "planes" por hacerse del nuevo tesoro mexicano, el poder. En este periodo predomina Antonio López Santana, a quien le apodaban "quince uñas" por qué según tenia quince uñas para robar (había perdido una pierna durante una batalla en la Guerra de los Pasteles). Se cede una gran parte del territorio nacional de un México muy desorganizado en favor de unos Estados Unidos muy organizados.

Ignacio Comonfort, Sebastián Lerdo de Tejada, Benito Juárez y otros llamados "liberales" de Nueva Orleans redactan la constitución de 1857 emancipando al estado de la iglesia y logran colocarse en el poder. En todos los años desde el siglo 16 en el que la iglesia había desempeñado tareas que mucho habían ayudado al país también se había hecho de un poder y tesoro tremendo, se dice que en algún momento llegó a poseer el 50% de las propiedades inmuebles en la Ciudad de México. Este movimiento ayuda a fondear las arcas del estado (mal) vendiendo las propiedades del clero.
Parecía que México comenzaría a desarrollarse de manera ordenada cuando el imperio francés invade y ocupa el país. Se pierden 2 décadas más en una historia trágica con Maximiliano de Habsburgo en un continente desconocido encomendado con una tarea imposible con el respaldo fantasma del ya deteriorado imperio francés. Años después, vuelve Benito Juárez y reestablece el gobierno mexicano. Su discípulo oaxaqueño y amigo cercano Porfirio Díaz hereda el poder y la encomienda de formar un México estable para el desarrollo.

Siglo 20 Durante 3 décadas gobernó el dictador Porfirio Díaz y la mitad del mandato junto al brillante secretario de hacienda José Yves Limantour. Este gobierno fue el primer periodo de estabilidad y de desarrollo sostenido después de casi un siglo. El gobierno abrió las puertas a los Estados Unidos para la inversión en la industrialización del país, el desarrollo de infraestructura y el desarrollo cultural. En este periodo la Inversión Extranjera Directa pasa de 12 millones de dólares a 750 millones de dólares[1]. Se construye mas del 90% de las vías férreas que hoy existen en el país.
Lamentablemente el crecimiento y desarrollo antes mencionado tuvo un costo social altísimo, se deteriora el tejido social, la brecha de desigualdad crece y en muchas partes de México se encuentran prácticas de esclavitud. Porfirio Díaz repetía a sus seres cercanos que dejaría el poder cuando México tuviera la capacidad de establecer una democracia por sí solo[2]. Sin embargo, fue una elección de más a la que quiso ostentar el general Porfirio Díaz lo que desencadenó otro periodo de inestabilidad debido a una lucha de poder que hoy conocemos como la Revolución mexicana.
[1] Riguzzi, Paolo, Historia Económica General de México, de la Colonia a Nuestros Días
[2] Schlarman, Joseph L., México: Tierra de Volcanes
Inicia la revolución en 1910 causando grandes estragos a la economía mexicana, y no termina realmente en 1917 con la nueva constitución, ni en 1920 con la presidencia de Adolfo de la Huerta. La Revolución mexicana termina con la creación del Partido Nacional Revolucionario (PNR o PRI) en el año 1928. Lázaro Cárdenas, en un intento de cumplir el sentido revolucionario crea la reforma agraria repartiendo cerca de 18 millones de hectáreas en forma de ejido a los campesinos con la esperanza de crear un sustento de vida para las familias mexicanas mas pobres, no funcionó. Lo que sí funcionó fue la nacionalización del petróleo, que fue sustento de vida para el gobierno en los años venideros. A partir de este momento se establece la sucesión presidencial de cada sexenio por dedazo, y el elegido fue un general originario de Teziutlán, Puebla: Manuel Ávila Camacho.

A partir del gobierno de Manuel Ávila Camacho y Miguel Alemán Valdés se crea el sistema político económico, arma de doble filo, necesario para establecer las condiciones propicias para el desarrollo del país. El sistema debería blindar el poder centralizado ante las posibles fuerzas internas del país: políticos opositores del partido, políticos opositores de otros partidos, la iglesia, la prensa, los empresarios, los intelectuales, los alumnos, los maestros, los obreros, los campesinos y demás. Todos se lograron subordinar (de alguna manera u otra) a través del gran sistema político mexicano y el método porfirista de "pan o palo". Enrique Krauze llama "subordinados" (del sistema político económico) a todas las fuerzas bajo la influencia, de alguna manera u otra, de la silla presidencial.
Secretarías federales, puestos en el poder judicial, gubernaturas estatales, presidencias municipales, senadurías, diputaciones; todas para repartir entre los aspirantes políticos priistas simpatizantes de la causa post revolucionaria para poner fin a los planes y golpes de estado. Aunque el Partido Acción Nacional se fundó en 1939, la primera diputación para el pan fue en 1946, el primer municipio en 1947 y la primera gubernatura hasta 1988. El gobierno federal podía entonces ejercer presión mediante la asignación de puestos y/o el control del presupuesto. Además, habían puestos de representación internacional como cancilleres para repartir entre los no tan subordinados. Con esta herramienta, todos los aspirantes políticos quedaban satisfechos participando en la política nacional, siempre y cuando estuvieran alineados.

La fase política mexicana post revolucionaria en donde se desarrollo nuestro país y que duró setenta años puede dividirse en 4 fases:
1.Los gobiernos de los revolucionarios (1924 - 1940).
2.Los gobiernos de los hijos de revolucionarios (1940 - 1970).
3.Los gobiernos de las devaluaciones y petrolización del país (1970-1988).
4.Los gobiernos de la globalización. (1988-2000).
(1924 - 1940) La primera fase incluye a los presidentes que fueron generales en la revolución mexicana. Aquellos que portaban el sentimiento revolucionario y que tenían en su origen muy marcado el propósito que debía servir el gobierno post revolucionario. Estos gobiernos recibieron un país inestable, incomunicado, violento y con muchos mexicanos sumergidos en la pobreza que esperaban un cambio en sus condiciones de vida. Por esta razón se lleva a cabo en estos años la mayor parte del reparto del ejido, se nacionaliza el petróleo y se crea el sistema político para unificar el norte, centro y sur del país para poder formar un frente común para la estabilidad y desarrollo del país.

(1940 - 1970) Esta fase es diferente de la anterior en el sentido que los presidentes ya eran miembros de una nueva generación de mexicanos que no eran militares si no universitarios y empresarios. Esta época marca la era del famoso desarrollo estabilizador en el que las fuerzas que juegan en la vida política y económica de México, anteriormente mencionadas, se mantienen alineadas bajo el mando de la silla presidencial. Las políticas arancelarias proteccionistas permiten un desarrollo de empresas mexicanas que ayudan a crear un mercado interno, se generan empleos, oportunidades y el país goza de crecimiento y desarrollo económico de manera sostenida durante 3 décadas. Esta época coincide con el desarrollo de Estados Unidos después de la segunda guerra mundial y también con el nacimiento de las fuerzas comunistas a nivel internacional, lo que llevó al enfrentamiento del gobierno con maestros y estudiantes con "la Matanza de Tlatelolco" del 2 de octubre de 1968.
El mismo sistema que alineó y unificó al país para permitir el desarrollo estabilizador comienza a ser perjudicial para el país en la misma forma que el gobierno de Porfirio Díaz lo era para el año 1910. El proteccionismo que daba ventajas competitivas a las empresas mexicanas versus sus competidores globales se convierte en un vicio ya que merma la productividad y elimina los incentivos de la modernización o competitividad que finalmente se traducían en estragos para los consumidores. Los sindicatos que mantuvieron tanto tiempo a las fuerzas obreras alineadas a los intereses político-económicos comienzan a abusar de su tremendo poder y a perseguir fines diferentes que salvaguardar los intereses de los trabajadores mexicanos.

(1970 - 1988) México había gozado de grandes periodos de desarrollo y crecimiento sostenido desde la formación del sistema político PNR/PRI. Sin embargo, el crecimiento se detuvo para los años setenta por las mismas razones estructurales que nos hicieron crecer, era momento propicio de cambiar el sistema político mexicano hacia un libre mercado y gobierno. Sin embargo, la estrategia política de los gobiernos priistas yacía en incrementar el gasto público al final del sexenio, costara lo que costara, para generar crecimiento económico y estabilidad social al llegar las elecciones y poder así introducir exitosamente al sucesor. El problema es que no era posible estimular el crecimiento de la economía de forma natural, de hecho, la tendencia señalaba una inminente recesión en el país. Gastar más de lo que ingresa el gobierno genera un déficit fiscal, y ese déficit se convierte en una deuda que se ha financiado históricamente con deuda interna y externa. Durante el gobierno de Luis Echeverría, para pagar la deuda el gobierno decidió ampliar la base monetaria (imprimir más billetes) lo que inevitablemente llevó a una fuerte devaluación del peso mexicano (mientras mas oferta de pesos haya, si la demanda es constante el precio debe de bajar). Todo esto tuvo como desenlace la nacionalización de la banca, la desaparición del ahorro de millones de mexicanos, el incremento del endeudamiento del país (140% del PIB en 1982) y un deterioro tremendo de las finanzas públicas del gobierno federal que aún se resiente.
Estas consecuencias fueron una clara llamada de atención para nuestro país anunciando que debíamos modificar nuestra estructura política y económica ya que aquella formada en 1928 ya no era sostenible. Afortunada y desafortunadamente, México cuenta con mucha riqueza y suerte. En estas mismas fechas se descubren grandes yacimientos de crudo (petróleo) en el país lo que impulsa nuevamente el desarrollo económico del país, haciéndonos olvidar la importante llamada de atención de 1982 y nos lleva a la petrolización del país (dependencia económica de los frutos de la industria del petróleo).

(1988 - 2000) Los gobiernos de la globalización comienzan con gobierno de Carlos Salinas de Gortari, quien gana después de haberse "caído el sistema" en las elecciones de 1988. El gran acierto fue abrir a México las puertas al mundo, se firma el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Esto genera un nuevo impulso de desarrollo económico para el país. Sin embargo, el vicio de la estructura económica del país de generar gasto público elevado a través del endeudamiento al final del sexenio (en el caso de CSG fue un récord histórico de 7% del PIB[3]), pero en esta ocasión se financia con "Tesobonos", cobrados en pesos y pagaderos en dólares así que cuando llega la devaluación del peso, era imposible hacer frente a las obligaciones del gobierno federal. Aunado a lo anterior, con la recién privatización de la banca, el gobierno crea el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (FOBAPROA) en el cuál garantiza el dinero de los cuenta habientes para proteger el dinero de los ahorradores ante otra crisis económica. Esta fue otra arma de doble filo ya que el dinero que usan los bancos para prestar es el mismo dinero que uno deposita en la cuenta de ahorro. Esto genera un incentivo para los bancos de realizar prestamos de alto riesgo sabiendo que en caso de impago están garantizados con el FOBAPROA. Por último, hay que recordar el asesinato del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio quién supuestamente perdió la vida por ostentar contra el sistema político establecido utilizando la misma estructura del poder. Ernesto Zedillo entra a solventar el desastre económico haciendo un buen papel, aunque le hayan atribuido todo lo anterior al "error de diciembre" de su nuevo gobierno.
[3] Kuntz Ficker, Sandra, Historia Económica General de México, de la Colonia a Nuestros Días
La historia de inestabilidad de nuestro país después de la independencia nos llevó a una serie de transformaciones: la reforma, la revolución y la estructura post revolucionaria. El sistema político de control de poder mencionado sirvió para terminar con los años de luchas por el poder. Años después, cuando se debía de girar hacia un estado democrático e incluyente, la ambición por el poder llevó a los gobiernos a tomar desiciones que lastimaron profundamente al país y que sentaron las bases del país en el que hoy vivimos. Era de esperarse que semejante poder en manos de cualquier ser humano terminaría mal, los recursos del país se han orientado en favorecer a unos pocos en lugar de atender a la sociedad en general, es así como en todos estos años hemos llegado a un México desigual.
En todos los años de crecimiento económico pocos se preocuparon por el desarrollo económico y la creciente desigualdad. El PIB crecía, se generaba riqueza, pero solo para aquellos cercanos al sistema político económico, los marginados seguían en la pobreza sin servicios ni oportunidades y además crecían en número. En los años subsecuentes a la Revolución mexicana el Estado de Derecho discrecional sirvió para unificar al país, alinear los intereses de las fuerzas (pan o palo) y poder así consolidar, después de 4 siglos, una nación. Sin embargo, con los años, para los empresarios la posibilidad de crear empresas nuevas competitivas con el apoyo del gobierno se tradujo en la costumbre mexicana del compadrazgo (golpe directo a la eficiencia de gasto público). Para los obreros y campesinos representados a través de los sindicatos para establecer orden y control que permitió al país desarrollarse de manera pacífica se tradujo en líderes sindicales que amasaron fortunas y terminaron con más poder que el propio gobierno mexicano. Los gobernadores que tuvieron la facultad del control total estatal con la finalidad de integrar los diferentes rincones del país bajo una sola nación pasaron a ser los nuevos virreyes de las provincias con el control discrecional de los miles de millones de pesos de gasto público.
Pobreza de Patrimonio (% de la Población)[4]
1950 - 88%
1984 - 53%
2004 - 46%
[4] Székely, Miguel, 2004 "Pobreza de patrimonio: es la población que si bien puede cubrir sus necesidades mínimas de alimentación, educación y salud (equivalentes a la línea de pobreza de capacidades), cuenta con un ingreso per cápita insuficiente como para adquirir mínimos indispensables de vivienda, vestido, calzado y transporte, para cada uno de los miembros del hogar. A precios de 2004, el ingreso mensual de referencia para cubrir estos requerimientos, incluyendo los alimentarios, de educación y de salud son de 1 487.34 y 1 000.4 pesos por persona para zonas urbanas y rurales, respectivamente

Era también natural que un partido político enfocado en la población olvidada arrasara con el voto popular tarde o temprano. La democracia mexicana es muy joven, comienza a formarse apenas en el año 200o con el cambio del gobierno, sin embargo la situación en general lejos de mejorar ha empeorado. Una transformación del sistema político económico requiere de una transformación de nuestra sociedad también. Debemos de estar conscientes de los errores que cometimos como país en la historia para no cometerlos de nuevo. Finanzas públicas sanas: atención al déficit fiscal y a la deuda como porcentaje del PIB. Disminución de la pobreza: correcto diseño e implementación de los programas sociales y desarrollo en los sectores mas pobres del país. Estado de Derecho: cero tolerancia a la corrupción y a quienes actúen fuera de la ley; respeto a nuestras leyes. Inseguridad: Prevenir las causas de la incidencia delicitiva y exigir la dignificación de nuestro sistema judicial.

En conclusión, la historia de México sugiere que el país nace en condiciones de desigualdad con la estructura de gobierno colonial. En la independencia se lucha por la autonomía de la nación y en mas de 100 años (1810 a 1928) no hay crecimiento ni desarrollo significativo en el país salvo por los gobiernos de Benito Juárez y Porfirio Díaz. A partir de 1928 se crea el sistema político PNR/PRI muy necesario para poder formar el gran México que hoy conocemos. Sin embargo, el diseño estructural político económico (Estado de Derecho y desarrollo económico discrecional) y el uso de el sector menos favorecido de la población como instrumento electoral para garantizar la sucesión se convirtió en un estado de corrupción, desigualdad y pobreza que finalmente desencadenan los índices delictivos de un México históricamente violento.
Por estas razones debemos urgentemente terminar con nuestra adicción al sistema político económico del siglo 20 que de alguna u otra forma nos beneficia individualmente, pero nos perjudica colectivamente. Debemos pensar en establecer uno que satisfaga las necesidades de nuestro país, debemos hacer de las masas que han servido como herramienta electoral, mexicanos incluidos en la economía generadores de mercado interno y de crecimiento económico. Esto se puede lograr atacando enérgicamente a la pobreza, haciendo frente a ella y colocándolo como inamovible prioridad en nuestra vida diaria. Segundo, hacer frente a la corrupción, fortalecer el estado de derecho y velar por la libre democracia fortaleciendo nuestras instituciones. Olvidemos por un momento el crecimiento económico a través del endeudamiento del país y concentremos en fortalecer las finanzas publicas a través de una recaudación justa y un gasto de gobierno eficiente. Olvidemos la cancelación del NAIM y estudiemos los programas sociales y su impacto en el número de pobres en México. Olvidemos la liberación del "chapito" y concentrémonos en las cárceles sobre pobladas y en la guardia nacional y su impacto en los índices delictivos del país.
El cambio comienza con uno mismo, si todos tenemos claro el futuro del país que queremos y nos solidarizamos como mexicanos tenemos el éxito asegurado. La generación revolucionaria recibió un México sumergido en pobreza y violencia imaginable y entregó a la siguiente, un país modernizado, en crecimiento y próspero en términos relativos. Hoy recibimos un país envuelto en violencia desenfrenada en todos los sectores de la sociedad, escándalos de corrupción, enriquecimiento ilícito como práctica ordinaria y el 46% de la población sin la capacidad de hacerse con la Canasta Básica Alimentaria. Olvidemos nuestras diferencias y concentrémonos en el país que queremos entregar a la siguiente generación.
