Escenarios después del Covid-19

Escrito por René Sánchez Juárez
Continuamos con la cuarentena para mitigar los contagios por COVID-19 y evitar que la capacidad hospitalaria sea rebasada, así como reducir el número de decesos de personas que tengan algún riesgo por condiciones previas.
Con la puesta en marcha de la fase 3, que se caracteriza por el número de casos de contagios y defunciones se cuentan por miles, las acciones de mitigación de la movilidad se intensifican y sólo se permite que sigan laborando aquellos que su función sea determinada como esencial para el mantenimiento del país.
El propio López-Gatell mencionó que la punta de la curva se espera que sea entre el 8 y 10 de mayo, que alcanzaríamos el mayor número de casos y a partir de ahí comenzaría una disminución paulatina de los casos registrados y que el 30 de mayo sería el término de la cuarentena. Sin embargo, destacó que esto sucedería "sí y sólo sí nos mantenemos firmes en la contención en nuestras casas". Con lo que deja previsto que el Consejo de Salubridad podría analizar el comportamiento de la enfermedad en el mes de mayo y de ser necesario alargar una vez más la cuarentena.
También se ha explicado que a pesar de que el pico sea a principios de mayo las actividades podríamos irlas retomando de forma escalonada y regional a partir del 17 de mayo, porque también están tomando en cuenta la variable económica y es necesario que el país retome la actividad económica a la par de batallar con el COVID-19
Como lo ya lo habíamos comentado, el virus llegó para quedarse en nuestras vidas y debemos a adaptarnos a vivir con él, ya que por el momento es una enfermedad sin cura y sin un tratamiento, sólo contamos con nuestro sistema inmunológico. Por lo que el regreso a nuestras actividades no volverá a ser igual, por lo menos no a corto plazo.
Las consecuencias económicas serán importantes alrededor del mundo, no sólo para países de tercer mundo. México deberá enfrentar una crisis económica y sanitaria al mismo tiempo, lo que lo hace doblemente difícil.
Podríamos encontrar tres escenarios posibles sobre los efectos económicos: el primero sería fuerte pero breve, disminución de la economía en los primeros dos bimestres, una reducción del PIB de 11%, caída significativa de las remesas y exportaciones y la inversión privada permanece en contracción todo el año; el segundo el PIB podría caer hasta un 14%, las empresas enfrentan graves problemas de liquidez, surgen tensiones en el sistema financiero, sistemas de salud sobrepasado, confianza empresarial deprimida todo el año y compañías, tardan meses en equilibrar su producción y por último en el escenario más fuerte, el PIB caería hasta en un 16%, un grave aumento de deuda de empresas y hogares, sistema financiero se ve amenazado, México pierde grado de inversión, empresas se ven obligadas a cerrar indefinidamente y aumenta significativamente el desempleo.
Así también encontramos tres escenarios de recuperación, el primero sería el anuncio de más y nuevos apoyos económicos, repunte económico se esperaría hasta el primer trimestre de 2021 y se reactiva economía global después del verano; el segundo escenario, la demanda global se recupera a inicios de 2021, pero cadenas de valor sufren cambios y la recuperación se espera en el tercer trimestre del 2021 y por último la recuperación de México se daría hasta inicios de 2022.
Sin duda nuestras vidas cotidianas podrían tardar años en volver a ser las mismas en cuestiones sociales, culturales y económicas, por lo que ahora nos toca es aportar nuestro granito de arena quedándonos en casa en medida de lo posible y con ello mitigar la curva de infección para que la vida económica y social se reactive lo antes posible.