¿Fanatismo absoluto y Oposición Reacia o Análisis de Error y Reconocimiento de Aciertos?

Escrito por Daniela A. Lara Gómez.
Cuarentena, crisis económica, distanciamiento social, desempleo, Covid-19. Algunas de las palabras que mas he leido y escuchado durante ya mas de un mes en todos los medios de comunicación y conversaciones. Leo a un sinumero de personas, conocidos, desconocidos, familiares y amigos, con posturas [en su mayoría] un tanto radicales y/o polarizadas. Todo es blanco o todo es negro, los matices [casí] son inexistentes. Los 280 caractéres en un tuit, o encabezados de noticias de fuentes [muchas veces] no oficiales son "las bases" y "el fundamento" de los argumentos y opiniones que hemos ido generando, y muchas veces difundiendo. Todo es bueno o es malo, todo es en contra o es a favor, el fanatismo es absoluto y la oposición reacia. Lamentablemente son muchas menos las opiniones, noticias o propuestas que leemos o escuchamos Pro México, en donde lo valioso que nos aportan son el análisis de los errores y el reconocimiento de los aciertos, así como propuestas y soluciones a diversas problemáticas. Esto contribuye a generar criterio con una visión mucho mas amplia. Establecer un pensamiento o crear un juicio basado únicamente en encabezados o "tuits", cadena de whatsapp, imagenes en facebook, solo provoca que los mexicanos se dividan en equipos contrarios. En estos momentos de incertidumbre debemos fomentar la unidad, formar un solo equipo, diverso, pero un equipo al final.
Para logarlo debemos leer las noticas completas de medios de comunicación objetivos, ver conferencias completas no solamente fragmentos editados por diversos medios, informarnos con opiniones y recomendaciones de especialistas. Debemos instar a los expertos en los temas de actualidad a que continúen compartiendo conocimientos, recomendaciones y propuestas para que todos podamos tener un mejor entendimiento y actuar mejor ante la situación actual; juzgaremos y criticaremos menos. Con mas información confiable podremos tomar mejores decisiones, generar un entorno de calma y seguirdad que es lo que todos necesitamos.
Nosotros los que tenemos otras áreas o campos de conocimiento informémonos mas y de mejor manera, formemos un criterio mas analítico, compartamos de lo que nosotros si conocemos, enfoquémonos en ser responsables y contribuír en la manera que podamos. Yo, les confieso, no ser ninguna experta en sistemas de salud pública, no soy economista o financiera, no conozco sobre epidemiología, mucho menos sobre como dirigir a un país, y menos durante una pandemia que ha afectado a casi todo el planeta. Entonces cuando leo en las redes sociales opiniones, "noticias", críticas, fanatismos, y demás cosas que se comparten, pareciera que los demás lo saben "Todo", tienen verdades absolutas, defienden dichos indefendibles nada mas por que si, conocen y saben mucho mas que los "expertos", y en ocasiones pueden predecir el futuro.
Me declaro neófita en el tema de la pandemia, yo estudié Derecho y me dedico al derecho notarial en el Estado de Puebla. Tuve la oportunidad de trabajar durante casi 2 años en la administración pública, en una unidad administrativa y tuve la oportunidad de colaborar activamente en temas sociales y de voluntariado, lo cual me permitió vivir de cerca y ver con mis propios ojos un poco de la realidad y la situación que se vive realmente en el interior de nuestro estado. Se que son reales las carencias, que nuestro país es sumamente desigual. El nivel de pobreza en que vive un altísimo porcentaje de la población es realmente alarmante y -aunque sabemos que existe- no dimensionamos lo que significa vivir al día.
Necesitamos ser mas empáticos y mas sensibles a lo que realmente le duele a México, en vez de criticar, juzgar, defender o fanatizar, seamos la voz de quienes no tienen una, es nuestro deber como ciudadanos luchar por nuestro país y por que le vaya bien a todos. Sumemos en vez de restar, contribuyamos con ideas, propuestas, certidumbre, mensajes positivos, criticas constructivas, análisis a los errores, propongámos soluciones recordando los valores y principios que nos enseñaron cuando eramos niños, como el respeto y la honestidad. Dejemos de ser egoístas e hipócritas, busquemos el beneficio de todos, no solo el nuestro. Para poder cambiar a México y al mundo tenemos que empezar por cambiar nosotros mismos. Hay que cambiar nuestra forma de pensar, nuestro actuar y ser más congruentes, todos los días se puede aprender algo nuevo. En algún lugar leí que una mente que ve las cosas con claridad, sin distorsiones y prejuicios, ha comprendido el desorden y puede estar libre de él; un pensamiento así es virtuo so y ordenado. Y así esa mente ordenada puede ser mas sensible e inteligente, a la realidad que vivimos hoy aquí y ahora. Solo existen dos días en los que no se puede hacer nada, ayer y mañana, no hay mejor momento que hoy. Creo que aún podemos actuar y luchar por construir un futuro prometedor.
En nuestro país, muchos se miran al espejo y no se gustan del todo, pero hacen poco por cambiar. Mucho menos intentan cambiar por cosas que ven ajenas a ellos. Hablamos y escribimos en contra o a favor de los políticos, sin informarnos y como si se tratara unicamente de un concurso de popularidad, quien nos cae bien o quien nos cae mal, por prejuicios o apariencias, o de plano quien nos conviene mas. Nos hemos quejado o alabado las medidas -buenas, malas, grandes, chicas, restrictivas, permisivas- durante el estado de emergencia en el que vivimos, pero muchos siguen sin respetarlas, muchos se han aprovechado de ellas para engañar y generar algun beneficio personal. Nos sentimos profundamente indignados si "no se hace nada" o si "se hace algo". Nada nos satisface. Exigimos respeto, aunque desde hace tiempo nos lo perdimos a nosotros mismos. La izquierda, la derecha y el centro han desaparecido, y con ellos como todo era antes. Tenemos que entender que todo ya cambió, que nada es lo mismo que fue ayer y que fue años atrás. Tenemos que retomar nuestros ideales, ser fieles a los valores y principios que nuestras familias nos han inculcado, somos un país que siempre se ha dado a conocer por la solidaridad y generosidad de su gente. Nada ni nadie nos va a salvar por completo, ni un gobernante, ni un gobierno, ni una organización mundial, ni una fundación, ni un magnate, ni un empresario, ni un científico, ni un médico, ni un economista; nos tenemos que salvar nosotros mismos, los unos a los otros.
Ya sabemos lo que hay y ya todos hemos hecho lo que mejor sabemos hacer: Quejarnos. Si queremos cambiar las cosas prediquemos con el ejemplo. No realicemos conductas contrarias a la ley, en la medida de nuestras posibilidades debemos cumplir con nuestras obligaciones, no subamos nuestros precios de manera injustificada, no hagamos compras de pánico, contribuyamos a difundir mensajes que generen divisiones, no compartamos fake news, no generemos pánico colectivo, no pongamos en riesgo la salud de los demás, no seamos "war profiteers", no perjudiquemos al prójimo, no seamos imprudentes, que definitivamente no es el camino correcto, es una vergüenza. Usemos nuestro sentido común, debemos cumplir con nuestro deber ciudadano y moral en la medida de nuestras capacidades. A los que solo ven y critican también me niego a contribuir con su causa e inactividad.
Nosotros los jóvenes, no podemos ni debemos lamentarnos o quejarnos tanto, debemos ser el vínculo con nuestra realidad, reconozcamos lo que nos adolece como sociedad, incentivemos la solidaridad, llevemos a cabo acciones positivas, divulguemos y valoremos la inclusión, la igualdad, la justicia, contribuyamos como podamos desde donde podamos. Se que la situación no es igual para todos, algunos tenemos la bendición de poder cuidar de los nuestros y de nosotros desde casa, otros no; en este país donde la necesidad y la desigualdad son enormes a algunos les toca enfrentar esta batalla buscando llevar sustento a sus hogares trabajando, otros por la naturaleza de su trabajo arriesgan su vida para proteger la de todos nosotros. Solo a través de muchos sacrificios podremos lograr los resultados, ayudar a nuestro país desde nuestra trinchera, así como recuperar el respeto que como personas y ciudadanos a gritos aclamamos. Es nuestra responsabilidad revivir la cultura del trabajo y del esfuerzo que nos inculcaron y vemos reflejada en nuestros padres, que se dice muy fácil pero que en realidad no lo es. Tengo la convicción de que una sociedad mas justa será el resultado del trabajo colectivo que a todas y a todos nos conviene, y poco a poco retomaremos en su totalidad.
No podemos ser juez y parte. Resulta esencial realizar un cambio mental cuanto antes, para lograr salir adelante. Necesitamos que el pesimismo de unos cuantos deje florecer la ilusión de quienes creemos que si podemos lograr un cambio trascendental, incluso con todos los factores que tenemos frenándonos. Es lo que hay, así que el día que salgamos de la cuarentena, y mañana desde tu casa o donde te haya tocado contribuír durante ésta emergencia da lo mejor de ti, de prepararte lo más que puedas y de la mejor manera posible, informate de manera crítica, investiga, el que pregunta jamás se equivoca, se digno de estudiar, de merecer tu trabajo o de crearlo, si puedes ayudar hazlo, de la manera que sea, en la medida, monto o cantidad que puedas. En cualquier caso, muévete, cambia o haz algo pero hazlo mejor. Se creativo, contribuye a apoyar a tu comunidad, comparte información útil, aporta soluciones, cuidate y cuida de los demás.
No importa cuán grande o pequeño sea, cualquier apoyo que podamos ofrecer es positivo y tiene impacto durante estos tiempos difíciles. Ahora más que nunca, nuestras comunidades nos necesitan para crear un cambio innovador y equitativo. Algunas ideas pueden ser:
- Comparte mensajes o información esperanzadora y positiva.
- Promover la higiene dentro y fuera de casa y de los lugares de trabajo.
- Promueve el activismo. Dona o difunde fundaciones o asociaciones que se encuentren ayudando a los mas afectados por la pandemia o al personal de salud.
- Ayuda y cuida de adultos mayores o gente con alguna discapacidad. Haz las compras por ellos, pagos de servicios, etc.
- No compartas fake news, o contenido que genere pánico colectivo.
- Compra de comercios locales. Difunde sus productos y/o servicios.
- Compra solo lo necesario, no contribuyas al desabasto.
- Elabora estrategias para que los empleados de tu negocio o empresa trabajen desde casa.
- Sigue las normas de salubridad que han establecido las autoridades sanitarias.
- Donaciones en dinero o en especie para gente de escasos recursos o personal de salud.
- Participa en las plataformas digitales o aplicaciones oficiales de las autoridades para mantenerte informado y participa.
- Estudia y analiza la situación económica de tu negocio o empresa y se sincero con tus trabajadores, genera acuerdos que beneficien a todos para que durante este tiempo de emergencia no se encuentren desprotegidos.
- Planea estrategias para volver a incentivar la economía desde tu negocio o empresa una vez que concluya la emergencia sanitaria.
- Comparte tus ideas, se creativo.
Que se vuelva realidad lo que como sociedad hoy deseamos. Hay que empezar a hablar más de nuestras obligaciones, y no solo de nuestros derechos. Que nuestro criterio político pintado de colores, se aterrice a un punto de vista objetivo, analítico e informado. Que los jóvenes usen su vitalidad y actitud para luchar por lo que quieren y lo que creen. Que los no tan jóvenes sepan con su experiencia que con actitud se puede volver a empezar, y mejorar. Que las desgracias nos enseñen a aprender de los errores y nos aleccionen, nadie escarmienta en cabeza ajena, quedémonos con todo lo bueno que todo esto nos ha dejado y tratemos de mejorar lo que no funcionaba. Que luchemos todas y todos juntos, y algún día alcancemos a ver el México que queremos heredar a las generaciones futuras. Las palabras pueden cambiar el pensamiento de una persona, y una acción a la vez, puede cambiar al mundo.
"Que ser valiente no salga tan caro y que ser cobarde no valga la pena".