La Utopía de la tecnocracia

26.02.2020

Escrita por Edgar B. Miguel

    "Make the Mars Technocracy Real", escribió Elon Musk en un tweet hace tiempo.

Los planes más ambiciosos para SpaceX y su CEO, Musk, son poner un millón de personas en las siguientes décadas en nuestro planeta rojo vecino, Marte, Mars en latín, quien toma el nombre de la deidad de la guerra y que es hijo de Júpiter en forma de flor y de Juno. La forma de gobierno que desean, la Tecnocracia.
¿Qué es la Tecnocracia y en que se diferencía de la Democracia? Bueno, son dos formas de gobierno muy diferentes. Mientras en la democracia las decisiones de un Estado, de una Nación, dependen de todos, del voto popular, en la Tecnocracia, una forma de gobierno autoritaria, deja de lado la participación democrática para que los ciudadanos con aptitudes, capacidades y preparación suficientes, tomen las decisiones que ellos, desde su perspectiva, objetiva, se encarguen de tomar las mejores decisiones para el beneficio de todos. En mis tres libros favoritos, que conforman la Trilogía de la Fundación, de Isaac Asimov -un absoluto genio, muy adelantado a su tiempo-, se menciona una Tecnocracia a nivel Galaxia. La Fundación, los científicos, se encargan de gobernar. La dirección del Estado le corresponde a la Ciencia. Utópico e ideal, ¿verdad? Por cierto, compré la Trilogía de la Fundación en el 2015. Un par de años después me enteré que esos libros inspiraron a Elon Musk en su juventud. Desde entonces aprecio a tales libros como mis favoritos. Y los recomiendo al 1,000% a cualquier persona que disfrute de literatura de magnífica calidad.
En nuestro país, los defensores del actual presidente, opinan que durante todos los sexenios anteriores, se tuvo una Tecnocracia. Se equivocan. Prácticamente todos los presidentes anteriores fueron políticos, no expertos en un área específica de conocimiento técnico, de métodos científicos. En una Tecnocracia, los verdaderos expertos se encuentran al mando, tienen el liderazgo, tienen en sus manos el poder. Platón, en la República, dice que los gobernantes deben ser los hombres sabios, los hombres expertos, los científicos. A través de la historia, la humanidad prácticamente siempre ha estado lejos de las Tecnocracias a nivel mundial. De no haber sido así, Nikola Tesla jamás hubiese muerto en condiciones deplorables, siendo un genio incomparable, y quien hubiese cambiado el rumbo de la historia. Algunos países con toques comunistas, China, por ejemplo, tienen como gobernantes a hombres capacitados en ciertas áreas técnicas. Lamentablemente, en la mayoría de las naciones, quienes están en la silla presidencial están lejos de ser hombres capacitados para liderar a todo un país, tal es el caso del actual showman estadounidense, o del hombrecillo mexicano que busca rifar un avión a través de la lotería nacional... en pocas palabras, ellos dos no tienen idea de nada y no deberían haber llegado tan lejos, pero la participación popular les permitió estar donde ahora mismo están. Y eso los convierte en dirigentes absolutamente peligrosos. Por poner un ejemplo, ambos apuestan por el carbón como recurso energético en plena era del Cambio Climático. No sorprende en realidad viniendo de ellos. Pero aquí vemos la consecuencia de la democracia, de la elección popular.
El tema de la Tecnocracia es muy extenso, y no quisiese hacer de este artículo algo vasto e innecesario. Sería absolutamente utópico el tener una Tecnocracia. No la tenemos actualmente. No nos quedaría más que esforzarnos para que en el futuro, técnicos, ingenieros, científicos, se encuentren en el poder. Que el conocimiento, que el método científico, sea el que dirija a nuestras naciones. Por lo mientras tendremos que observar diariamente el daño que ha causado la democracia. Al menos en nuestro país, los niños con cáncer ya se quedaron sin sus medicamentos gracias a que 30 millones de votos, en 2018, eligieron a un absoluto incompetente para llegar a los Pin... digo, al Palacio Nacional. Curiosamente, el último dirigente mexicano que lo usó como residencia, fue Porfirio Díaz. Y él está catalogado como dictador. Dejo aquí un guiño.
En tiempos del Cambio Climático, la principal amenaza que tiene la especie humana hoy en día, los gobiernos deberían estar tomando políticas agresivas en para lograr una exitosa y rápida transición en materia energética, para dejar atrás los combustibles fósiles y depender solamente de los recursos renovables, del Sol, del viento, del agua. Y al en menos Estados Unidos, el presidente declara abiertamente que las Turbinas Eólicas causan cáncer... Y en México, su homólogo, destruye, sin permiso de la SEMARNAT, hectáreas y hectáreas de selva para construir, no un parque eólico, sino una refinería que ni estudios técnicos ni de viabilidad, ni ambientales, tiene.
Seamos sinceros: La democracia es un fracaso. Como humanidad hemos confiado decisiones cruciales a gente que no es la más informada ni mucho menos, capacitada. Si esto llega a ofender a alguien, sólo quiero decir que no es mi intención. Desde mi punto de vista, la Ciencia siempre debió tener control de los gobiernos. Y soy sincero conmigo mismo, eso hubiese sido imposible: En la Edad Oscura, se quemaba a todo aquel que dijese que la Tierra no era el centro del Universo, y que giraba en torno a su estrella, el Sol . Se quemaba a todo el que expresara ideas lógicas, racionales. Gracias a esa Edad Oscura, o también conocida como Edad Media, la especie humana perdió más de 1,500 años de avances científicos. No es algo que se me ocurrió a mí, sino que es el cálculo total de muchos intelectuales, el mismo Carl Sagan entre ellos. Al día de hoy, la institución que causó esos años de oscuridad aún sigue muy vigente. Y su vigencia es directamente proporcional a la situación mundial actual. 
El hombre más importante sobre la faz de este planeta intentará llevar a nuestra especie a nuevos horizontes. SpaceX trabaja incansablemente en desarrollar sus tecnologías para poder alcanzar a Marte en esta década. Elon Musk, CEO de tal compañía, junto a Gwynne Shotwell, Presidenta de la misma -todos deberíamos conocer sus nombres-, trabajan día y noche incansablemente para hacer, de los seres humanos, entes multiplanetarios. Por mientras ya llevaron un satélite de la UPAEP al espacio exterior el pasado 5 de diciembre. Y queda muchísimo camino por delante.
Leamos. Investiguemos por nuestra cuenta. Cuestionemos todo. Necesitamos una cultura científica, de pensamiento objetivo y crítico sobre todo. Solamente así las generaciones futuras tendrán esas bases. Y solamente así se podría, de manera utópica, lograr una verdadera Tecnocracia.
Para una intervención quirúrgica no dejaríamos que un político sin conocimientos de medicina esté en nuestro quirófano, ¿o sí? Triste y paralelamente, México dejó que un hombre sin capacitación, incompetente, sin idea alguna del daño que causaría a toda una nación, llegase al poder. Y ya vimos el resultado un año después. La caída del PIB Nacional, entre muchos y diversos daños más. Gracias, democracia. Soñaremos con algún día alcanzarte, Tecnocracia. 
Elon, Gwynne, por favor, no desistan en hacer derramar el éxito sobre SpaceX.

Make the Mars Technocracy Real.

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