Paradoja

Escrito por Blanca Alicia Lozano
La moda, una paradoja: distinción e imitación.
La moda nos incita a seguir un camino común, un camino popular por el cual todos queremos transitar. Aunque todos buscamos diferenciarnos, contrastar y destacar, este fenómeno da pie a una dialéctica interesante. Pensemos en cómo las élites, al darse cuenta de que su forma de vestir ha sido imitada, cambian su estilo de vestimenta para distinguirse del resto de la población.
El vestido es una invención humana, símbolo de estatus, que nos acompaña desde el origen de los tiempos. Las diferentes civilizaciones a lo largo de los siglos han tenido su propia indumentaria donde los símbolos marcaron la posición del portador en el engranaje social. Por mucho tiempo la imitación era casi imposible y que solo las clases de poder tenían el privilegio de seguir modas, imitar estéticas o innovar.
Con el tiempo las limitantes fueron disminuyendo y durante el periodo del renacimiento surge el "exotismo" proveniente de América y Oriente. En este, aquellos que no pertenecían a la realeza les estaba vetado el disfrute de la moda, existían leyes suntuarias que prohibían la imitación.
Al llegar la revolución industrial comienza la producción en serie y el intercambio comercial. Este movimiento permite a la moda adquirir mayor peso social fuera de los círculos que antes gozaban de exclusividad. A partir del siglo XIX la falta de regulación dio origen a la industria encargada de imitar a la moda debido a que el precio era un gran obstáculo para que la población en general accediera a los modelos originales .
Entonces la evolución de la moda comienza a tomar una mayor velocidad, las clases acomodadas comienzan a adoptar modas cada vez más disparatadas para distinguirse del resto. La moda se convierte en sinónimo de poder y rentabilidad social. El vestido deja de vincularse con la posición social y pasa a utilizarse como herramienta del "parecer ser", satisfaciendo las aspiraciones de todos aquellos que queremos proyectar poder, aunque no necesariamente pertenezcamos a los grupos sociales dominantes.
La aspiración entra en juego y sigue siendo hoy en día el motor de la moda.
Y a ti, ¿qué te mueve para vestirte como lo haces?